viernes, 17 de octubre de 2008

La Lepra ganó y sigue con la racha positiva

Independiente Rivadavia venció 2-1 a Quilmes y confirmó su levantada en esta parte del torneo. Luego de un gran primer tiempo, en el segundo sintió el desgaste pero igual terminó venciendo al Cervecero. Parece que el secreto estaba en el Gargantini. Ahí, en su estadio, Independiente Rivadavia ganó su segundo partido seguido y continúa recuperando terreno en la tabla.Fue un cotejo muy bien jugado por Independiente. Pero lo más vistoso fue lo del primer tiempo, quizás con una de las mejores producciones en lo que va del campeonato.Las grandes actuaciones individuales de la Lepra hicieron que el juego rozara la brillantez.La historia del primer tiempo se escribió con Martín Gómez como abanderado de ese buen juego, corriendo todas las pelotas y esforzándose al máximo en cada jugada para transformarse en el hombre más peligroso de los Azules.Hernán Buján por izquierda, Seltzer con intentos desde fuera del área y algunos aportes de Ariel Ortega hicieron además que la Lepra fuera totalmente superior a Quilmes.Si Independiente llegó a los 30 segundos con un tiro de Ortega que sacó Pontiroli y después siguió asustando al Cervecero con un centro de Buján que Tonelotto no cabeceó con potencia.El gol tenía que llegar. Y llegó. Porque una habilitación de Buján desde la izquierda, con cambio de frente, dejó a Gómez bien posicionado por derecha para que definiera por abajo de Pontiroli. Premio al mejor de la cancha hasta ese momento.Quilmes sólo pudo aproximarse al arco azul con un remate débil que tapó Guzmán.En el ST se jugó con menos intensidad. La Lepra sintió el desgaste del primero y bajó el ritmo.Además, la baja de Martín Gómez por un golpe también se notó, aunque igual el equipo de la dupla llegó al segundo tanto por intermedio del otro hombre de punta. Un centro de Ortega le quedó a Tonelotto (habría bajado la pelota con la mano), que definió cómodo abajo.A partir de ahí, el equipo del Beto Pascutti salió a buscar el descuento y lo consiguió por el oportunismo de su goleador (y el del torneo) Juan José Morales, que aprovechó para empujar una pelota que estaba perdida en el área.Pese a ello, Independiente siempre controló el partido, se llevó tres puntos y quedó confirmado que sus posibilidades de seguir soñando están intactas.