miércoles, 30 de septiembre de 2009

Desganado no está...

Ortega tiene un "pequeño desgarro" pero nadie lo descarta para el domingo porque el 10 evoluciona rápido y quiere ganarle a Simeone. El diagnóstico médico informado por River, no a través del médico Luis Seveso sino por medio del coordinador de prensa (Ricardo Dasso), fue muy preciso: "Ortega tiene un pequeño desgarro semimembranoso en la cara posterior del muslo derecho". La palabra "desgarro" equivale, en el 90% de los casos (o más), a 21 días sin competencia. Por ende, el Burrito debería estar descartado al menos para el partido de este domingo. Sin embargo, como el jujeño está obsesionado con ganarle a Simeone, el DT que lo marginó de River, ni los médicos ni en el cuerpo técnico se atreven a bajarlo todavía.Ortega ayer ni se movió. Recibió tratamientos kinésicos en el vestuario y fue el primero en irse del predio de Ezeiza. La idea es que a partir de hoy vaya sumando movilidad para evaluar su evolución y mañana será el día clave. "Este tipo de lesiones dependen de cada caso. Hay jugadores que pueden competir con ciertas molestias, por eso hay que esperar", comentan los que siguen de cerca al Burrito y conocen sus antecedentes, ya que no sería la primera vez que las ganas del ídolo superen un inconveniente físico. Por eso, si Ortega se siente bien, mañana Gorosito podría probarlo en la práctica formal de fútbol. Si responde y no se corre el riesgo de agravar la lesión, ahí sí: agarrate, Cholo...

A vos te quiero ganar

"Yo quiero jugar". Tres palabras. No necesitó más. Acababa de levantarse de la camilla en la que le habían hecho los estudios para conocer el grado exacto de su lesión y, por la cara de los médicos, las noticias no parecían buenas. Sin embargo, y aunque la molestia en la cara posterior de su pierna derecha se había hecho más intensa con el correr de las horas, Ariel Ortega dejaba en claro cuál era su deseo. Se resignaba, sí, a ver pasar de largo su regreso a la Selección. Pero frente a la sugerencia de parar y perderse algunas fechas del Apertura para no poner en riesgo su presencia en el superclásico con Boca, el Burrito no se movía. "Quiero estar el domingo", repetía. Y aunque en ningún momento desnudaba el motivo de tanta urgencia, tampoco hacía falta. Saber que el próximo rival de River es San Lorenzo puede parecer anecdótico, aunque para el jujeño no lo es si en el banco de enfrente está Diego Simeone, el técnico que se animó a decirle que no cuando los dos estaban en Núñez. Y por el que el jujeño decidió armar las valijas para irse del club.Dolorido y angustiado, Ortega no disimuló ni un poquito su fastidio el domingo por la tarde, cuando tras tirar un centro sintió un pinchazo. Al toque, se dio cuenta de que no podía seguir en cancha ante Gimnasia pero, sobre todo, de que su intención de volver a verse face to face con su ex amigo, compañero de Selección y técnico, estaba en peligro. Pero no se resignó. Al contrario. Inmediatamente, pidió que nadie lo descartara. Y fue tan contundente que generó un desconcierto total al querer indagar sobre su estado. ¿Contractura? ¿Distensión? ¿Desgarro? No está claro y, por ende, tampoco se sabe si para jugar deberá esperar unos días o semanas. Porque mientras el domingo hubo silencio stampa, ayer el club emitió un comunicado informando que "presenta una leve lesión muscular en el isquiotibial de la pierna derecha" y Diego Maradona, tras saludar el juejño en el predio de Ezeiza, lamentaba no poder contar con "el Burro para recibir a Ghana porque tiene un desgarro"."Me forreó, es un mala leche y un vigilante. Me voy de River por él". Apenas cuatro días después de festejar el título del Clausura 08, Ortega se enfrentaba por primera vez con Simeone. No le perdonaba la decisión de exponerlo por uno de sus faltazos al entrenamiento y, de yapa, dejarlo afuera del último partido de aquel torneo. Y, sin saberlo, el 10 recibía el ultimátum del técnico. Porque si bien hicieron las pases, un mes más tarde, después de otra recaída, el Cholo les avisaba a los dirigentes que no lo quería más en el plantel. La chispa que hizo volar todo. Y por la que el domingo, 423 días después de jurarle desprecio eterno, el jujeño quiere estar dentro del campo de juego. O en el peor de los casos, alentando a sus compañeros porque para él no es un día más. A vos te quiero ganar.

Desgarrito Ortega

Se confirmó oficialmente que lo de Ariel es una rotura fibrilar y tendrá para 20 días. El Súperclásico es a fines de octubre, por lo que podría llegar a estar. ¿Gallardo? Aún no tiene el alta médica pero no fue descartado para el domingo. Era casi una fija y sólo faltaba la confirmación oficial, el parte médico, el ojo clínico. Ariel Ortega salió el otro porque sintió un pinchazo en el isquiotibial de la pierna derecha. Inmediatamente pidió el cambio, porque no quería perderse de ningún modo el duelo ante San Lorenzo, pero se lo perderá. ¿Qué tiene Ariel? Según se confirmó hoy en el parte médico entregado por el club, el jujeño tiene un pequeño desgarro, semi membranoso que lo dejará entre 15 y 20 días fuera de la cancha. El Burrito estuvo en la práctica, habló con los médicos y se fue temprano.Lo de Ortega es lo que se se conoce como rotura fibrilar, porque no llega a ser múscular, pero demanda casi los mismos tiempos de recuperación que un desgarro. Ahora la nueva meta de Ariel es el Súperclásico, al que llegaría sin problemas porque será a finales de octubre, gracias al parate por Eliminatorias.