sábado, 1 de noviembre de 2008

Independiente Rivadavia volvió al triunfo en el Gargantini, ante Aldosivi

La Lepra ganó 2 a 0, con dos goles en contra convertidos por defensores del equipo marplatense. Es el cuarto triunfo consecutivo que consigue el conjunto mendocino en condición de local.
Con una actuación de alto vuelo, el conjunto Azul obtuvo un triunfo tan merecido como extraño. Fue 2 a 0 a Aldosivi de Mar del Plata, con goles marcados por Pena y Cajaravilla, ambos en contra. En el Gargantini Independiente jugó un magnífico partido, asedió incesantemente a un inexpresivo Aldosivi y buscó por todos los medios terminar con sus pobres intenciones.Enfermó de Lepra al tibio Tiburón y lo tuvo en jaque durante la mayor parte del encuentro. La visita, contagiada, no encontró un antídoto capaz de contrarrestar la velocidad de Gómez, las gambetas de Ortega y la seguridad de Barsottini en el fondo. Y por la desesperación de una muerte anunciada, tomó el camino más rápido para acabar con la agonía: el suicidio. Sin embargo, previo a esto existió un encuentro que tuvo a un dominador absoluto, que evidenció una superioridad abrumadora sobre su rival y llegó a apabullarlo hasta convertir a su arquero en figura. Se trata de Independiente Rivadavia. Este Independiente que encuentra el fútbol y la gloria en casa, pero que al alejarse de ella, choca con paredes que muchas veces su juego no logra superar. En esta confianza “localista” se basó el arranque de Independiente, que fue dominando el balón y acercando peligro al área defendida por el magnifico Campodónico. Y como una máquina que toma velocidad, el Azul fue y fue, cada vez más determinante, cada vez más punzante.Lo tuvo Barsottini, de cabeza tras un córner y su golpe se fue desviado; Negri no pudo empujar un rebote del portero y Gómez enganchó dentro del área, pero no remató bien. Fueron tres claras de siete situaciones inmejorables, que el Azul desperdició en la primera parte y que significaron el “contagio” de un Tiburón en caída libre. Y llegó el minuto 53. Independiente volcado al ataque buscaba de todas las formas posibles, apareció la figura de De la Vega lanzado un centro desde la derecha, Roselli rechazó al medio y Pena, quien venia de frente, le dio con la rodilla. Gol en contra y Aldosivi ya no quería vivir. Cuatro minutos después se rindió. Martín Gómez empaló la pelota por sobre su marcador, se remate rasante fue al medio del área y Cajaravilla mandó el balón a las piolas. Aldosivi se suicido. Jugando en casa, Independiente encontró su cuarto triunfo en forma consecutiva y fue de forma extraña. Sin embargo esto no tapa una gran actuación. El Azul sigue subiendo.

La Lepra con Aldosivi, a las 17.30 en el Gargantini

Independiente Rivadavia irá en busca de la recuperación cuando hoy a partir de las 17.30 reciba en su estadio a Aldosivi de Mar del Plata. El equipo marplatense es uno de los animadores del torneo.La Lepra viene de perder en Caballito la fecha pasada frente a Ferro Carril Oeste, y por eso hoy ante su gente buscará una victoria para no perder más terreno y también para acercarse al pelotón de los de arriba.Lo más preocupante de la primera caída de la era Carbini-Bolado fue el funcionamiento colectivo del equipo. Es que el Azul venía mostrando una mejoría antes de perder con Ferro, pero frente al Verde volvió a jugar mal y a repetir viejos errores. Sobre todo en cuanto a la creación de posibilidades de gol.Esta tarde, frente al Tiburón tendrá la posibilidad de volver a encontrar el rumbo perdido. Pero el examen no será sencillo, porque el rival de turno es uno de los equipos que están peleando en los puestos de vanguardia.Dos modificaciones hará la dupla técnica Carbini-Bolado: una será obligada, ya que por el expulsado Lionel Coudannes ingresará Gabriel Solís (viene de una suspensión), y la otra es la de Oscar Negri por Jonathan Jones.Otra inmejorable oportunidad de volver a sumar de a tres tendrá esta tarde la Lepra en el Bautista Gargantini y ante su gente, con un rival durísimo y protagonista.Independiente tendrá que salir a quedarse con los tres puntos casi como una obligación, para no perder más terreno en un campeonato que lo debería tener peleando más arriba. En el Parque, la Lepra quiere pescar al Tiburón.