La Lepra sigue sin ganar

Con una magra actuación, Independiente fue derrotado por Instituto de Córdoba. Pese a ir ganando, no pudo mantener el resultado y la continuidad de Trotta pende de un hilo. No hay esfuerzo ofensivo que sirva, cuando se falla estrepitosamente en defensa. Una y otra vez, infantilmente, como a lo largo del Vía Crucis que ya lleva 5 fechas. La crónica de una muerte anunciada Azul, parece estar en su momento critico. Hay crisis en el parque y este nuevo cachetazo al sufrido corazón del hincha Leproso, amerita un cambio de rumbo inmediato. El conjunto de Trotta fue dominado a placer en la primera parte, mostrado la misma tibieza de las últimas presentaciones. Inconexo, impreciso, frágil, todo eso tuvo el fútbol de Independiente, desvirtuando justamente eso, su fútbol. El local le perdonó la vida en los primeros cuarenta y cinco minutos, errando goles increíbles, que hubieran significado el derrumbe final de un equipo que deambulaba fantasmalmente por el campo de juego.Falló por primera vez Judelin Aveska, perdiendo el balón a metros de Guzmán. Con una invitación al gol, viajó esa pelota a los pies de Lucas Concistre, quien rematando cruzado marcó el primero. Pero el fútbol no sabe de merecimientos sino de concreciones. Y afortunadamente para Independiente esta vez la moneda cayó de su lado. Sin haber atacado prácticamente nunca, Gómez lanzó un centro por izquierda, que dio en la mano de Julio Moreyra. Ortega cargó con la responsabilidad del penal y uno a uno al descanso. Casi sin merecerlo. Casi sin enterarse. Así fue el empate Leproso cuando la primera parte se moría. Pero en el complemento todo cambio. El Azul salió a dominar a su rival, propuso su juego y adquirió el protagonismo. Solís y Coudanes fueron los dueños del mediocampo y Martín Gómez recibía cuanto balón suelto se animaba a ser domado. Llegó el segundo de Independiente, cuando Gómez le ganó en velocidad a su marcador eludió a Tombolini y con un remate esquinado encendió la llama de la ilusión. Pero fue solo un espejismo. Instituto marcó el empate, tras una serie de rebotes en el área y la película llegaba a su conclusión con el mismo desenlace. Pero faltaba algo más en la cambiante tarde Cordobesa.El Negro Judelin Aveska, intentó cortar un pase con la impericia de un amateur, dándole al balón con la cadera y sirviéndole el gol a Morales Newman. Ahora si Roberto Trotta y compañía se la veían negra, a cinco del final y sin respuestas. Independiente esta en crisis. Sin embargo para una cultura tan sabia como la Oriental, la palabra crisis significa oportunidad. El jueves hay otra oportunidad ante Los Andes. No la puede dejar pasar.